Se usa en imperativo para pedir que dejen de hacer algo. Ej.: 1.- ¡Ya, cortala! Ya no está bueno tanto grito. 2.- ¡Pará, cortala! Te banco la bardeada una vez, pero ya fue, ya está. ¡Cortala!
Cortarla
Por Fhaidel Domínguez |
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Fhaidel Domínguez
En 2018, publiqué Che, mi pana, la guía útil para el inmigrante venezolano en Buenos Aires. En este libro escribí mi visión de los desafíos culturales y dejé consejos prácticos para adaptarse y prosperar en la ciudad, incluyendo una amplia traducción de argentinismos y lunfardo a expresiones venezolanas. En ese entonces yo era un extranjero que había logrado la residente permanente; hoy ya soy argentino naturalizado. Para explorar mis proyectos, publicaciones y más información, visita mi sitio web personal en fhaidel.com