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El transporte

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Cuando llegues a Buenos Aires lo primero que debes hacer para usar el transporte público es comprar una tarjeta SUBE en un kiosco o en las estaciones del Subte.

Esta tarjeta magnética es recargable en los mismos puntos de venta o desde el celular con las aplicaciones de los bancos y billeteras virtuales o con la aplicación de la SUBE, mientras que la acreditación de la carga se hace con el celular que tenga NFC con la app de la SUBE o en las terminales de acreditación que están en los puntos de carga offline.

Este el Sistema Único de Boleto Electrónico y con único significa que no hay otra manera de pagar el transporte público en la ciudad y el conurbano bonaerense, aunque en 2024 se desreguló la SUBE para sumar formas de pago adicionales tales como las tarjetas bancarias. La SUBE solo se usa en el Gran Buenos Aires y algunas ciudades en el interior, aunque hay planes permanentes de extenderla a otras provincias y posiblemente en algún momento sea usada en todo el país.

Con este sistema, pagarás el autobús, el metro, el tren y el tranvía. Tienes la facilidad de poder usarla con saldo negativo hasta cierto límite que es ajustado con cada aumento del pasaje. Por lo general, el saldo negativo te ayudará a cubrir unos tres viajes en promedio, tiempo suficiente para que hagas la recarga de la que, obviamente, se descontará tu deuda. Hay una amplia conexión de autobuses urbanos, todos de amplia capacidad. Entre distintas líneas llevan una numeración desde el 1 hasta más del 700, aunque algunos números no circulan. Debes familiarizarte con aquellos que cubren tus zonas frecuentes y es cuestión de tiempo saber qué autobuses pasan por algún lugar cercano. Pero es casi imposible conocerse las rutas de todos.

Una buena alternativa para orientarte con el transporte, saber cuál te sirve, por donde pasa y dónde para, es usar Google Maps™ que tiene a Buenos Aires muy bien cubierta. Especificas desde donde, con calle y altura (o sea, el número) quieres salir, y hasta donde con calle y altura quieres llegar. Puedes indicar también una esquina. Le dices que quieres llegar en autobús y Google te dará las alternativas de qué colectivos tomar y dónde, incluso en cuánto tiempo pasará. Esto último lo acierta muchas veces, pero no es del todo seguro.

Cada autobús tiene sus paradas fijas y se paran con la señal de costumbre. Sácales la mano y se pararán. Para bajar, solo toca el timbre. Es importante al subir, decirle al chofer hasta donde irás. Puede ser el nombre de un cruce de calles, una calle que el autobús cortará en su camino, o un lugar conocido como una plaza, un centro comercial o similar. No le digas la calle y la altura porque el autobús no te llevará hasta la puerta; te dejará obviamente en la parada cercana a ese lugar. Cuando le digas el destino al chofer, este colocará tu tarifa respectiva y tú colocas la SUBE en el lector. Un beep o una luz te avisarán que ya fue cobrado el pasaje o lo verás reflejado en la pantalla del lector. También se estila que, si ya conoces tu tarifa, muy honestamente, le indiques al chofer cuánto te debe cobrar. En ocasiones, puede que te exijan decir hasta donde llegarás.

En general, no habrá problemas si te quedas unas cuadras más o unas menos, siempre que no sigas por una distancia muy lejos de donde le dijiste al chofer. Te puedes ganar un problema innecesariamente. Ten en cuenta que los colectivos tienen lugares reservados para personas mayores, embarazadas o discapacitados. Respeta esos lugares. Si no calificas para ellos, te puedes ganar malas miradas o que alguien que lo necesite te pida que te levantes.

Los colectivos, en general, circulan desde las cinco de la mañana hasta las tres de la mañana del día siguiente. Algunos incluso se pueden tomar las veinticuatro horas. Encontrarás que, en las noches, sobre todo de fines de semana, se puede tomar el colectivo a las dos de la mañana repleto de gente. A esas horas, sí que no hay lugares reservados que valgan. No se espera que una viejecita o una embarazada anden a tan altas horas en el colectivo, pero si se diera el caso, cede el asiento.

También es habitual, ceder el asiento a personas con niños en brazos (incluso si fueran hombres) o con niños pequeños para que los nenes se sienten. Ir de pie es muy común, y en las horas pico, casi siempre será tu única opción. Sin embargo, aunque el autobús esté totalmente lleno, no circulará hasta que las puertas estén todas cerradas.

Considera que un autobús se parará solamente en sus paradas. Es un tema esto, porque debes familiarizarte con la ubicación de ellas. Muchas tienen un techo con un banco y están bien numeradas. Otras solo se les reconocen por un número colocado en un poste, y unas pocas, pueden estar improvisadas con el número pegado de un árbol o una pared, incluso, puedes encontrar casos en el que “todos saben por intuición” que el colectivo para en tal lugar, porque quizás no haya nada que lo identifique, pero… todos saben. Hay que fijarse. En promedio, hay unas cuatro cuadras de distancia entre parada y parada. Y puede que te convengan varios colectivos o autobuses que pasan por donde estás, pero quizás no paren en el mismo lugar. Te tendrás que decidir. Es en vano sacarle la mano a un autobús fuera de su parada o tocar el timbre esperando que te dejen en cualquier lugar.

Vas a encontrar, que la Ley de Tránsito permite tomarse o bajarse del colectivo en cualquier lugar sin necesidad de que sea su parada. Eso solo aplica de madrugada, o cuando hay tormentas, cuando en la zona no hay paradas señalizadas o el posible pasajero tenga alguna discapacidad.

“ARTICULO 54. — TRANSPORTE PÚBLICO. En el servicio de transporte urbano regirán […] las siguientes reglas: a) El ascenso y descenso de pasajeros se hará en las paradas establecidas; b) Cuando no haya parada señalada, el ascenso y descenso se efectuará sobre el costado derecho de la calzada, antes de la encrucijada; c) Entre las 22 y 6 horas del día siguiente y durante tormenta o lluvia, el ascenso y descenso debe hacerse antes de la encrucijada que el pasajero requiera, aunque no coincida con parada establecida. De igual beneficio gozarán permanentemente las personas con movilidad reducida (embarazadas, discapacitadas, etc.), que además tendrán preferencia para el uso de asientos;”

Ley 24449

Hay una extensa red de vías exclusivas para el transporte público: el metrobus. Va sobre avenidas principales, y aglutina una gran cantidad de paradas adyacentes. La ventaja que supone es dar prioridad de circulación a los autobuses en esos tramos.

Por otra parte, contarás con el metro, mejor dicho, el Subte. Son, seis líneas (dato de 2024) que funcionan dentro de CABA. No hay servicio de Subte en el conurbano bonaerense. Las líneas están identificadas con letras desde la A hasta la H, aunque las líneas F y G no han sido construidas.

Sumado a estas subterráneas, hay un tramo bifurcado de tranvía superficial en el Sur de la ciudad conocido como Premetro, cercano a la línea E y se le identifica en los mapas como la línea P.

Mapa oficial del Subte de Buenos Aires propiedad del Gobierno de la Ciudad. (Bajo Licencia Creative Commons Reconocimiento 2.5 Argentina)

El Subte de Buenos Aires es muy antiguo. Desde 1913 que se inauguró la línea A y aún se sigue ampliando. Nuevamente, el Subte se paga con la SUBE a un precio que suele ser menor o igual al del colectivo. En las estaciones conseguirás las taquillas de boletos que en realidad solo te ayudarán para hacer la recarga de la tarjeta. Es bueno tener en cuenta que no todas las estaciones tienen acceso a ambas direcciones de las vías, por lo que, si te equivoca, puede que tengas que salir a la superficie y termines pagando doble para pasarte al otro lado. Una buena utilidad para conocer qué Subte o colectivo te conviene tomar, es la aplicación móvil ¿Cómo llego? del Gobierno de la Ciudad.

Para ir y venir del conurbano, además de los colectivos, dispondrás de los trenes de Trenes Argentinos, Belgrano Norte y el Tren Urquiza. Es un sistema superficial de ferrocarriles con ocho líneas totales que conectan con Capital y una adicional con tramos solo en el conurbano. Trenes Argentinos cuenta con las líneas Sarmiento, San Martín, Mitre, Belgrano Sur y Roca, más el Tren de la Costa. Urquiza y Belgrano Norte tienen una sola línea respectivamente que llevan tales nombres. Estos van a todas las zonas del Gran Buenos Aires, con estaciones dentro y fuera de Capital, algunas conectadas o con cercanías con el Subte.

Hay cuatro estaciones centrales en Capital. La estación de Retiro (que en realidad son tres estaciones cada una próxima a la otra) y está cerca de los Subtes C y E, y de la terminal de ómnibus o autobuses de larga distancia nacional; la estación de Once bastante céntrica que tiene cercanía con la línea A y H del Subte; la estación de Constitución al Sur que se une con el Subte C; la estación Federico Lacroze al Oeste que empalma con el Subte B.

También hay líneas de trenes de larga distancia regionales que salen de Buenos Aires hacia otras ciudades. A veces funcionan, a veces no.

El tren se paga igual con la SUBE y el precio es menor o igual que el colectivo urbano. Aparte de esto están, como en todo el mundo, los taxis. En Buenos Aires usan taxímetro, tienen una tarifa básica de subida según horario y en su mayoría se pagan en efectivo como en cualquier lugar. No se necesita negociar ni el destino ni la tarifa. Solo paras el taxi, te subes y le indicas el destino al chofer. El precio te lo dirá el taxímetro al llegar al destino. Algunos muy pocos han ido innovando en aceptar otros medios de pago, como tarjetas de crédito, débito y demás, pero esto es muy raro que lo encuentres y además es complicado. Una opción es usar la aplicación oficial BA Taxi, que te permite pedir un taxi por la app y pagarlo registrando una tarjeta de crédito, pero solo cubre taxis de Capital y no te servirá para el conurbano bonaerense.

A partir de 2024 inició un proceso de actualización de las tarifas del transporte público. Considera que antes el pasaje no costaba ni cinco centavos de dólar y todo el transporte estaba subsidiado por el Estado nacional. El precio tiende a estabilizarse hacia un dólar estadounidense por viaje, aproximadamente, y tanto los nacionales como residentes pueden registrar su SUBE en un sistema que les otorga a ellos una tarifa reducida. Como extranjero no residente no tendrás tal beneficio y pagarás la tarifa completa. Como siempre digo, en este libro la tinta es permanente y los gobiernos cambian junto con sus decisiones, por lo que te recomiendo hacer una verificación por si algo ha variado después de 2024 respecto a lo que te digo aquí.

Los taxis tienen un control por habilitación municipal de la ciudad, y se estima que hay más 37 mil unidades en servicio. Los taxis oficiales, los habilitados, no tienen competencia en su segmento salvo los servicios de Remís. Servicios como Uber no tienen habilitación de transporte en Buenos Aires, por lo cual se les trata como una especie de taxi pirata, dicho a lo venezolano, además que, salvo por Uber, no hay taxis piratas en la ciudad. Uber pelea por su reconocimiento legal, pero eso es otro tema. Otras aplicaciones similares con servicio en la ciudad y el conurbano son Cabify y Didi.

Cuando uno no conoce mucho la ciudad y tiene esa pinta y acento de extranjero turista, se puede tener la mala fortuna de un deshonesto que te pasee por la ciudad para aumentar el taxímetro antes de ir directo adonde quieres. En esos casos, usa tu celular, con Google Maps™, que te indique la ruta, y te vas guiando qué tanto se aparta el chofer del camino. Casi no hay necesidad de usar taxis. Son costosos, y hay mucho transporte público bueno. Pero si tienes una urgencia, o cosas que llevar encima, te pueden convenir.


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